"Robert Fico se reúne con Putin en Moscú en medio de tensiones por el gas ruso con Ucrania"
El primer ministro eslovaco, Robert Fico, ha abierto una nueva brecha en el aislamiento occidental al ruso Vladímir Putin. Este líder, quien junto al húngaro Viktor Orbán constituye uno de los aliados europeos más cercanos al Kremlin —aunque su postura es considerablemente menos explícita que la del nacionalpopulista de Budapest— se reunió el domingo por la tarde con Putin en Moscú. Fico viajó a la capital rusa tras un conflicto con el primer ministro ucraniano, Volodímir Zelenski, a quien acusó de perjudicar a Eslovaquia y poner en peligro la seguridad del país al rechazar la expansión del tránsito de gas ruso a través de Ucrania.
Putin recibió al eslovaco en el Kremlin con un fuerte apretón de manos. Ambos conversaron en un salón con dos sillones en torno a una mesa pequeña. Nada que ver con la enorme sala y la también enorme mesa tras la que colocó, antes de lanzar la guerra contra Ucrania, al presidente francés, Emmanuel Macron. Fico ha asegurado que conversó con Putin no solo sobre los acuerdos energéticos sino también sobre “normalizar las relaciones bilaterales” entre Eslovaquia y Rusia, la situación militar en Ucrania y “las posibilidades de un pronto fin pacífico del conflicto”, según ha publicado en sus redes sociales. La oposición eslovaca ha cargado ya contra Fico por su viaje a Moscú, que en una Bruselas cerrada por las fiestas navideñas, no ha tenido aún respuesta.
La visita del primer ministro eslovaco —que llegó al poder en octubre de 2023, pero que tiene una trayectoria afín a Rusia— a Moscú marca su primera reunión con el autócrata ruso en ocho años y supone una inusual cita de un mandatario extranjero a Rusia. Tras la invasión de Ucrania lanzada por el Kremlin el 24 de febrero de 2022, los líderes occidentales han aislado a Putin. Mientras, Rusia sigue la guerra a gran escala sobre Ucrania y ha avivado, además, su guerra híbrida contra Europa, con un incremento de los ciberataques, los sabotajes y los intentos de injerencia electoral. Pero el autócrata ruso cuenta con aliados o al menos socios afines en la Unión Europea.